DESPLIEGA PESTAÑA

martes, 22 de octubre de 2013

GUARDIANA DE LA NOCHE

Tan redonda y brillante, tan cercana, nos visita la Luna y se columpia en su aro de plata. Desde China a Canadá. Desde Cádiz a Santiago de Compostela. Más cercana que nunca, atrayendo las mareas, influyendo no se sabe cómo en nuestros circuitos neuronales y en nuestras desquiciadas mentes. Menos mal que morimos y nos salvamos de nuestras creencias, de nuestra marera de ver el mundo, de nuestro aislacionismo, de nuestras frustraciones y complejos. Porque vivir es amar y la Luna es un símbolo de amor y de enamoramiento. Ella es la guardiana de la noche, el testigo que invita a los amantes a la pasión y al desenfreno. Ella es la primera fantasía de los niños que la descubren en las ilustraciones de los cuentos y en el cielo como una galleta gigante. Quién sabe si tiene algo que ver con la sangre y los ciclos de los meses, con la más estricta fisiología femenina. Quién sabe si este acercamiento nos incita a la guerra, a la lucha, al descontento, a la sublevación y al desvarío. También a enamorarnos o a sublimar aún más a ese amor platónico que nos sustente para no deprimirnos ante la certeza de saber que nadie nos ama. Para eso está Ella, redonda y radiante influyendo en el bien y en el mal, en nuestras conciencias, liberándonos y atándonos a nuestra existencia, como una matrona que se sabe inmortal y nos seduce con su brillo en las aguas, en la esquina del beso, en el lecho de muerte.

No hay comentarios: